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Tras el cierre de la planta de Nissan en la zona franca de Barcelona, el Gobierno español ha de confrontar otro problema, que es la planta de Alcoa, una de las principales fábricas de aluminio en el mundo, en San Cipirán.

De hecho, el año pasado Alcoa tuvo que suspender las operaciones de sus plantas en A Coruña y en Avilés y, además, cerrarlas y venderlas. Todo esto se debe a un proceso de desindustrialización en España, lo cual ha causado el alza de los costos de las operaciones industriales. En concreto, el último año en el que Alcoa tuvo márgenes positivos fue el año 2018. Luego, en el año 2019 sufrió una pérdida en torno a 1.000 millones de euros a nivel global y, en lo que va de este año, también ha perdido más de 54 millones de euros.

En cuanto a esto, la dirección de Alcoa ha hecho un llamado para que el Gobierno de España haga algo porque una empresa no puede estar siempre perdiendo dinero. Además, Alcoa es la única fábrica de aluminio que todavía permanece dentro de la Unión Europea (UE). En la medida en que le toca cerrar esta última planta en San Ciprián, la industria de aluminio en la UE sí o sí va a sufrir cierto impacto. Por lo tanto, para poder eludir esto el Gobierno español ya ha empezado cierto diálogo con ella.